¿Vas a casarte y te ha empezado a picar la curiosidad del origen de la pedida de mano? Pues debes saber que es una tradición muy antigua. Tanto que proviene del tiempo de los romanos. Una tradición que aún se encuentra presente en nuestra sociedad aunque haya cambiado y por suerte, bastante.

¿Quieres saber más sobre el origen de la pedida de mano? Pues en DIQSI te contamos todo, así que atent@ porque allá vamos…

La pedida de mano, un acto de amor con origen en el Derecho Romano

Pues sí, has leído bien. Este acto que hoy en día refleja el amor entre dos personas y que es el preludio de una boda, tiene su origen en el Derecho Romano. Un derecho que hoy en día sigue rigiendo nuestras leyes y muchas de nuestras tradiciones.

Como la tradición de pedir la mano a una persona. Una pedida tradicional clásica, que aunque muy modificada en la actualidad, aún se sigue llevando a cabo en nuestra sociedad antes de celebrar una boda.

Y es que, no en vano, fuimos parte del Imperio Romano. En concreto Hispania, un territorio de donde salieron hasta emperadores.

La petición de mano en la Antigua Roma

Y ¿en qué consistía una pedida de mano en la Antigua Roma? Pues consistía en un acto en el que quien pretendía desposar a la chica tenía que hablar con el padre o tutor de ella.

En persona o también a través de su padre o tutor, aunque esto último ocurría en pocos casos ya que, normalmente los hombres eran mucho más mayores que las mujeres con las que iban a casarse.

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Así, el padre de la novia, que era el que la tenía bajo su autoridad y poder, si lo creía conveniente, cedía este poder sobre la persona de la chica al pretendiente. Esto es, cedía su “manus” o mano, para que la protegiese, guiase y sobre todo, decidiera por ella.

Sin este acto de pedir la mano o “manus” no se podía transferir ese poder o autoridad que se ejercía sobre la mujer. Y por tanto, el pretendiente no se podía casar con la mujer.

Si el padre de ella aceptaba la petición de mano, entonces la autoridad sobre ella era transferida y el futuro esposo comenzaba a ser el propietario de la prometida y el tutor y responsable de todos sus actos.

Así, la petición de mano era un acuerdo entre partes, que se firmaba antes de la celebración del matrimonio. Y el que recibía la autoridad sobre la chica, es decir, el que se comprometía a casarse con ella, recibía el nombre de “sponsus”.

Vocablo que provenía del acto que iba a contraer con ella, los esponsales o matrimonio. De ahí que a los contrayentes también se les diga esposos.

Afortunadamente hoy en día, pedir en matrimonio a tu pareja, es uno de los más bonitos actos de amor que se pueden tener antes de la boda.